Los norteamericanos tienen una especial fijación por hacer de ciertos objetos o prendas, motivo de culto.
Horas después de que los Dodgers de Los Ángeles ganaron la Serie Mundial a los Yanquis de Nueva York en apenas 5 juegos, 2 de los peloteros más importantes del equipo angelino hicieron donaciones al Salón de la Fama.
Se trata del jugador más valioso del clásico de otoño, Freddie Freeman y de uno de los jugadores básicos de la novena californiana, Mookie Betts, quienes aceptaron donar su equipo al recinto de Cooperstown.
Freeman, quien pegó cuadrangulares en los primeros 4 partidos de la serie, cedió los spikes que utilizo en los primeros 2 encuentros contra los neoyorkinos en el Dodger Stadium.
Por si parte, Betts donó sus guantes de bateo del Juego 5 que dió el título al equipo del finado Fernando Valenzuela.
Más aún, el manager Dave Roberts entregó a Cooperstown una gorra, mientras que el lanzador Anthony Banda dió un jersey, Walker Buehler hizo lo propio con un guante y el lanzador Clayton Kershaw, quien no participo por lesión, donó una gorra de campeonato de celebración.
También Max Muncy donó un bate y guantes de bateo de su récord de postemporada al embasarse 12 veces seguidas, y el receptor Will Smith cedió su protector de pecho y gorra.
Incluso, el Salón recibió una pelota de la novena entrada, pero no la del último out del partido del campeonato.
Mientras tanto, el equipo completo descansa hoy y se alista para la celebración el viernes en avenidas de Los Angeles y el Dodger Stadium.
Justo el día de cumpleaños del "Toro" Valenzuela.
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