El Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, afirmó este lunes que las consecuencias de la guerra en Ucrania amenazan con trastornar los mercados mundiales de alimentos y energía con implicaciones funestas para la agenda climática mundial.
“Los países podrían verse tan consumidos por la insuficiencia inmediata del suministro de combustibles fósiles que pueden descuidar o dejar de lado las políticas para reducir el uso de ese tipo de energéticos”, dijo Guterres en la Cumbre de Sostenibilidad Económica organizada por la revista The Economist.
Explicó que las medidas a corto plazo que tomen las grandes economías para satisfacer esa escasez con las opciones disponibles suponen el riesgo de crear una dependencia de los combustibles fósiles a largo plazo, cerrando la opción de limitar el aumento de temperaturas globales a 1,5ºC para fin de siglo respecto a los niveles preindustriales.
Dijo que "la adicción a los combustibles fósiles asegura una destrucción mutua”, y señaló que la coyuntura evidencia que la dependencia de hidrocarburos coloca la economía global y la seguridad energética a merced de los vaivenes y crisis geopolíticas, por lo que instó a tomar cartas sin más pérdida de tiempo.
“El cronograma para reducir las emisiones de carbón en un 45% es extremadamente ajustado. En lugar de pisar el freno en la descarbonización de la economía global, ahora es momento de pisar el acelerador a fondo hacia un futuro de energía renovable”, puntualizó.
Desafortunadamente, el mundo no está ajustándose a las exigencias y hay muchos aspectos por resolver o, peor aún, que ni siquiera se abordaron adecuadamente en la más reciente Cumbre sobre Cambio Climático COP26, celebrada en Glasgow, Escocia, a finales de 2021.
“Mantener vivo el objetivo 1,5º requiere una reducción del 45% de las emisiones globales para 2030 y la neutralidad del carbono para mediados de siglo. Ese problema no se resolvió en Glasgow. De hecho, está empeorando”, aseguró.
“Las emisiones de carbón han aumentado a niveles récord. Estamos avanzando como sonámbulos hacia la catástrofe climática. Nuestro planeta ya se ha calentado hasta 1,2º y vemos las consecuencias devastadoras de esto en todas partes”, añadió.
El Secretario General aludió también al informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático que hace 2 semanas confirmó que la mitad de la humanidad vive ya en zonas de peligro como consecuencia de ese fenómeno.
Consideró que en el planeta interconectado de hoy, ningún país ni corporación puede aislarse de esos niveles de caos.
“Si seguimos con más de lo mismo, podemos despedirnos del objetivo de 1,5º, incluso 2º pueden estar fuera de alcance. Y eso sería una catástrofe”, insistió.
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