Las denuncias contra el vocalista de la banda alemana Rammstein no solo han provocado el inicio de una investigación, sino que el sello discográfico que promueve al grupo detuvo su colaboración, y ahora, fue atacada su sede en Berlín.
Medios locales afirman que un grupo extremista de izquierda anónimo llevó a cabo actos de vandalismo en la sede de la agrupación en la capital alemana la noche del lunes.
Los atacantes afirmaron en una carta que durante el asalto rompieron las ventanas delanteras de las oficinas y realizaron pintas en las paredes, además de inscribir la frase "No hay escenario para perpetradores", debajo del logo de la banda en el inmueble.
El asunto puede no quedar ahí, ya que advirtieron que realizarán actos similares en las instalaciones de empresas o propiedades de personas que muestren apoyo a la agrupación o encubran los actos presuntamente cometidos por el cantante, Till Lindemann.
El vocalista fue señalado por varias mujeres que lo acusan de violencia sexual, y la Fiscalía de Berlín inició las investigaciones contra el frontman de Rammstein luego de que las denunciantes dicen haber sido víctimas de actos sexuales no consentidos.
Lindeman podría enfrentar una pena de prisión de 6 meses hasta 5 años si es declarado culpable.
La carta del grupo extremista llama a todos “para interrumpir, sabotear y prevenir creativamente los conciertos de Rammstein planeados en Berlín el 15, 16 y 18 de julio. ¡No hay escenario para los perpetradores! ".
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