Alerta la ONU que crisis climática amenaza la vida de 41 millones de personas en Latinoamérica

Un estudio del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA publicado este martes, señala que la crisis climática amenaza medios de vida y atención sanitaria de 41 millones de personas en zonas costeras de baja altitud en América Latina y el Caribe, sosteniendo que “los fenómenos meteorológicos extremos suelen traer como consecuencia inundaciones generalizadas que destruyen hogares, empresas y servicios esenciales, además de la atención sanitaria”.

El informe, para el que se usaron imágenes por satélite, datos geoespaciales y estimaciones de población, indica que las bajas comunidades litorales de la región están más expuestas a riesgos como la sequía, la desertificación, huracanes o tormentas.

La información fue presentada en el marco de la cuarta Conferencia de Pequeños Estados Insulares en Desarrollo en Antigua y Barbuda, donde UNFPA está pidiendo principalmente a los participantes mas inversiones para reducir las desigualdades de su población y una mejor gestión de los recursos hídricos.

Según la agencia de la ONU especializada en política demográfica, la población más afectada por estas condiciones son mujeres y niñas que sufren “de forma desproporcionada” la falta de acceso a partos seguros o protección frente a la violencia de género, “fruto de las desigualdades”,

El análisis muestra además que mil 448 hospitales vitales para la salud de madres y para la planificación familiar están situados en zonas costeras de baja altitud más propensas a los riesgos naturales. En territorios como Aruba, Islas Caimán, Surinam, Bahamas y Guyana, más del 80% de los hospitales se encuentran en estas áreas litorales bajas, mientras que en el resto de América Latina y el Caribe, los países con mayor número de centros médicos en dichas latitudes son Ecuador (11,9%), Haití (10%) y Brasil (7,2%), según UNFPA.

“Millones de mujeres y niñas vulnerables, que son las menos responsables de la crisis climática, pagan un alto precio cuando se producen catástrofes relacionadas con el clima y se alteran los servicios básicos de salud y protección, así como los medios de subsistencia”, declaró la directora ejecutiva de UNFPA, la doctora Natalia Kanem, en el estudio.