Ahora, quieren que Evo Morales declare como testigo por muerte de civiles en crisis de 2019

Parecería que el gobierno actual de Bolivia está buscando la manera de fincarle algun delito al expresidente Evo Morales.

Luego de que no han podido llevarlo ante el Ministerio Público para siempre declare por un presunto caso de estupro, las autoridades intentan ahora que Morales se presente a rendir declaración como testigo por la muerte de civiles durante la crisis de 2019.

Fue el año en el que Evo renunció y denunció que había sido objeto de un golpe de Estado, detrás del cual habria estado involucrada juicio en el que la exmandataria interina Jeanine Áñez, hoy en prisión.

Además de Morales, fue llamado a declarar como testigo al exministro de Justicia Iván Lima, quien renunció al cargo hace unos días dentro del gabinete del presidente Luis Arce.

Los citatorios fueron expedidos por el juez David Kasa, del Tribunal Cuarto de Sentencia en lo Penal, Anticorrupción y Contra la Violencia hacia la mujer, dentro del juicio del caso ‘Senkata’, planta de combustibles ubicada en la ciudad de El Alto, blanco de protestas en 2019 en las que murieron 10 personas.

Luis Guillén, el abogado de Áñez, dijo a la agencia EFE que estaba “tramitando las citaciones correspondientes”.

La Justicia boliviana abrió juicio contra la exmandataria interina por las muertes registradas en los enfrentamientos en los alrededores de Senkata, cuando estalló la crisis en medio de denuncias de fraude electoral a favor de Morales y su dimisión el 10 de noviembre de 2019.

Los abogados nuevamente buscarán demostrar que a la exmandataria le corresponde un juicio de responsabilidades, en

la audiencia del próximo lunes, denominada “de excepción de incompetencia”,

Áñez enfrenta procesos por la vía ordinaria, como el caso ‘golpe de Estado I’, en el que junto al gobernador opositor Luis Fernando Camacho y el ex líder cívico Marco Pumari, son los principales acusados por delitos de “terrorismo, sedición y conspiración” por sus roles en los hechos de 2019.

Bolivia estuvo sumida en una crisis social y política tras los comicios del 20 de octubre de 2019, anulados por las denuncias de que hubo un presunto fraude electoral de Morales.

Tras el informe preliminar de la Organización de Estados Americanos que se conoció la madrugada del 10 de noviembre de 2019, Morales primero anuló y anunció nuevas elecciones y horas después dimitió a la Presidencia, alegando ser víctima de un supuesto “golpe de Estado”.

Tiempo después, responsables de la misión de la OEA en Bolivia reconocieron que no tenían todos los elementos para asegurar que había ocurrido un fraude electoral en el país sudamericano

La ruta que une a las ciudades de Santa Cruz, Cochabamba y La Paz está cortada en varios puntos por representantes de organizaciones sociales aliadas al expresidente boliviano.