Hace un mes que tropas de Ucrania iniciaron operaciones dentro del territorio de Rusia, y este viernes, los rusos acusaron a Ucrania de querer atacar y tomar el control de la central nuclear de Kursk.
Alexéi Lijachov, jefe de la agencia nuclear rusa, Rosatom, aseguró en rueda de prensa conjunta en Kaliningrado con el director general del OIEA, Rafael Grossi, que "no hay ninguna duda de que querían atacar y hacerse con el control de la central de Kursk”.
Lijachov señalo que Jcranit hubiera logrado su objetivo de no haberse dado a tiempo la intervención de los soldados rusos, la Guardia Nacional y la seguridad de la planta atómica
Analistas internacionales habían asegurado que la toma de la central era uno de los objetivos de Kiev, que se proponía emplearla como moneda de cambio para recuperar el control de la planta de Zaporiyia, tomada por las tropas rusas desde 2022.
Advirtió que en caso de que la planta de Kursk,a cual “está en funcionamiento”, sea objeto de un ataque enemigo, “Chernóbil parecerá un juego de niños".
Mientras tanto, fuerzas rusas lanzaron en la madrugada del viernes 44 drones contra 13 regiones ucranianas, de los cuales las defensas de Ucrania derribaron 27
Según la Fuerza Aérea ucraniana, los drones fueron lanzados desde la región rusa de Kursk, y desde la ocupada península de Crimea. En el ataque, Rusia disparó también un misil aéreo guiado Kh-59 y un misil Kh-31P, y las defensas aéreas ucranianas se activaron sobre el territorio en Kiev y Cherníguiv, Kirovograd, Dnipropetrovsk y Poltava, Járkov y Sumi, Mikoláyiv y Jersón, Zaporiyia, Donetsk, y Leópolis y Vínitsia.
Rusia ha lanzado ataques masivos con drones prácticamente diarios contra territorio ucraniano durante los últimos 10 días, en algunos casos acompañados de misiles.
Ucrania no han informado por el momento de muertes o daños materiales en el ataque de la madrugada del viernes.
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