El empresario norteamericano y flamante asesor del futuro presidente de Estados Unidos sigue siendo objeto de críticas por sus cada vez más frecuentes opiniones favorables a corrientes ultraderechistas.
El presidente francés, Emmanuel Macron, acusó hoy al hombre más rico del mundo y próximo funcionario sin cartera del expresidente convicto Donald Trump de “apoyar una nueva internacional reaccionaria” y de interferir en las elecciones de otros países, como Alemania, en donde también el canciller ha condenado las posturas intervencionistas del dueño de la red social X.
Macron se preguntó durante un discurso ante la conferencia anual de embajadores franceses quien se habría imaginado hace una década si nos hubieran dicho “que el propietario de una de las mayores redes sociales del mundo apoyaría una nueva internacional reaccionaria e intervendría directamente en elecciones, incluida Alemania”.
El mandatario galo lanzó la voz de alerta sobre lo que califica de “incertidumbre» que vive un mundo cada vez más en desorden, marcado por el retorno de las pulsiones imperiales, el cuestionamiento de la información y del saber y el cuestionamiento «muy violento» del humanismo.
Subrayó que hay “una internacional de reaccionarios” que representa a grandes intereses financieros privados, que aprovecha que “nuestras democracias liberales no han sido suficientemente eficaces” en la protección de la clase media, ante lo cual “debemos conseguir una agenda de defensa de la democracia” con contrapoderes, y advirtió que las grandes empresas tecnológicas, que ofrecen nuevas posibilidades, están haciendo a la vez que los Estados se sientan amenazados por su creciente poder.
En este escenario, Macron tendió la mano al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, asegurando que el republicano “sabe que tiene un aliado sólido” en Francia, al tiempo que señaló que el republicano tiene “una ambición lúcida sobre la relación trasatlántica” entre Estados Unidos y Europa.
Macron aceptó ante el cuerpo diplomático de su país que “si se es débil y derrotista, hay pocas posibilidades de ser respetados por los Estados Unidos del presidente Trump”.
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