Actor inolvidable y arrojado que apenas vivió 50 años: Steve McQueen (video)

Terrence Steven McQueen era un nombre que no significaba gran cosa en los años 60 y 70 dentro del séptimo arte en Estados Unidos, pero si uno se refería al gran Steve McQueen, la historia era otra.

Hablamos de un actor estadounidense apodado “The King of Cool”, conocido por películas como “El Yang-tsé en llamas” de 1966, “Bullitt” de 1968, “Papillon” en 1973 y “la más comercial, “Infierno en la Torre en 1974, reconocido porque en toda su vida como actor, jamás utilizó un doble de acción.

Nació el 24 de marzo de 1930, y nunca conoció a su padre, quien lo abandonó poco antes de que naciera, lo que le afectó su desarrollo emocional durante toda su vida. Creció en la casa de su tío en Missouri y a los 12 años era un joven rebelde, por lo que el tío tomó la decisión de enviarlo con su madre a Los Ángeles durante dos años, ya que después fue enviado a un reformatorio.

Steve abandonó el reformatorio y vagabundeó hasta alistarse en los Marines en 1947. Cinco años más tarde, teniendo en cuenta que el Estado prestaba ayuda económica a los militares que se reincorporaban a la vida cotidiana, decidió ser actor y comenzó a estudiar en la Actor's Studio de Nueva York. En 1955 consiguió su primer papel en Broadway y un año más tarde actuó en papeles secundarios de cine, hasta que protagonizó en 1958 “The blob”, y durante los años siguientes actuó en una serie televisiva que le valió el reconocimiento de la crítica, pero la cinta que lo hizo estrella fue “La gran evasión” en 1963.

A partir de entonces, McQueen fue combinando papeles de acción, como en la película de carreras de coches “Le Mans”, con papeles de carácter, como en Papillon, demostrando que además de estrella era un buen actor.  Otros papeles destacables fueron los de Cincinnati Kid en “El rey del juego” y su participación en las películas de Sam Peckimpah, “Junior Bonner” y “La huida”.

Fue nominado al Oscar por protagonizar El Yang-tsé en llamas (1966) y repitió el éxito con Bullit (1968).

Después de “Infierno en la Torre”, una de las mejores películas de catástrofe realizada en 1974, y en la que McQueen compartió el cartel con actores de la talla de Paul Newman y William Holden, se retiró por unos años del cine, pero regresó en 1978 para actuar en “An Enemy of the People”.

McQueen fue un gran aficionado de la adrenalina, de las motocicletas y de los automóviles de carreras. Amaba las máquinas veloces y aprovechaba cada ocasión que se le presentaba para conducir él mismo los vehículos en las escenas de sus películas en las que había persecuciones de motocicletas o automóviles. En el transcurso de su carrera de actor llegó a considerar seriamente convertirse en piloto de carreras. También fue uno de los amigos personales del maestro de artes marciales Bruce Lee y se entrenó en Jeet Kune Do.

La últimas dos películas de McQueen fueron Tom Horn, una aventura del oeste sobre un ex explorador del ejército convertido en pistolero profesional que trabaja para ganaderos cazando ladrones y The Hunter, película de un cazarrecompensas urbano.

McQueen murió de cáncer de pulmón el 7 de noviembre de 1980, a la temprana edad de 50 años, en Ciudad Juárez, Chihuahua, horas después de someterse a una operación para intentar extirpar los tumores  que se encontraban en su cuello y abdomen.

Fue tal su éxito que se convirtió en 1969 en el actor mejor pagado del mundo.