El cada vez más criticado primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reconoció ante el Parlamento judío que “se está negociando” el alto el fuego en el Líbano, pero aclaró que seguirán atacando al grupo chiita Hezbolá para garantizar la seguridad en el norte del país hebreo
El dirigente israelí expresó que "las negociaciones se están llevando a cabo bajo fuego porque lo importante más allá del papel, es seguir impidiendo el fortalecimiento de Hezbolá y destruirlo para garantizar la seguridad en el norte. Si llega un alto al fuego nadie garantiza que Hezbolá lo cumpla”, subrayó Netanyahu, aludiendo a los más de 60 mil residentes que permanecen evacuados de las comunidades del norte desde hace más de un año.
En este sentido, aseguró que van a seguir “tomando medidas” que impidan el suministro de armas para el grupo proirani a través de Siria atacando sus cruces fronterizos.
El líder israelí también reconoció que la organización sigue teniendo la capacidad de atacar contra territorio israelí, pero matizó diciendo que "hemos destruido entre el 70% y el 80% del sistema de misiles de Hezbolá y ya no son los mismos de antes".
Por otro lado, la cadena de medios libanesa LBC informó que se había dado una respuesta “positiva” a la propuesta de alto el fuego de Estados Unidos. Un borrador de la propuesta estadounidense publicado por la emisora pública Kan a principios de noviembre, mostró que el acuerdo de alto el fuego incluiría la implementación de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, un comité de supervisión internacional, y el despliegue de unos 10 mil soldados de las fuerzas armadas libanesas a lo largo de la frontera con Israel.
El borrador filtrado sugería que Israel conservaría el derecho a la legítima defensa y se le concedería permiso para actuar contra cualquier violación de los términos del acuerdo.
Mas aún, como buen político veleta, Netanyahu se lanzó contra el presidente saliente de los Estados Unidos, Joe Biden, por haberse opuesto a sus planes de guerra llevados a cabo durante todo el año en la ya destruida Franja de Gaza y a sus decisiones de atacar Irán.
“Estados Unidos se opuso a entrar en ciudad de Gaza, en el hospital Al Shifa, en Jan Yunis y sobre todo en Rafah. Biden me dijo que si entrábamos en Rafah, estaríamos solos”, criticó el premier durante su intervención ante Parlamento israelí.
Netanyahu también reprochó a Biden que les amenazara con dejar de suministrarles armas si lanzaban esa ofensiva terrestre contra Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, último refugio seguro para los gazatíes desplazados de otros puntos del enclave.
“Biden también me dijo que detendría los envíos de armas importantes para nosotros. Unos días después apareció Blinken y repitió las mismas cosas y yo les dije: lucharemos con las uñas”, aseveró el israelí.
Netanyahu se quedó está vez callado y omitió referirse a los vetos estadounidenses en el Consejo de Seguridad que bloquearon cualquier sanción en su contra o aplicarse el alto al fuego.
Tampoco se refirió a que Biden impulsó y aprobó ventas de armas para Israel por decenas de millones de dólares para financiarle al gobierno judío si genocidio en Gaza, el Washington Post afirma que la administración del presidente Biden ha aprobado más de 100 ventas militares no públicas desde el ataque del 7 de octubre, incluidas muchas municiones de artillería.
Claro...Netanyahu ya tiene un nuevo amigo con mucho poder: Donald Trump. Ahora, Biden se volvió desechable.
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