El Congreso de Perú no ceja en sus intentos de que los políticos tradicionales retomen el poder, y está madrugada votó por admitir admitir a trámite un nuevo pedido de destitución contra el presidente Pedro Castillo. El cargo que pretenden usar para ello es la causal constitucional de incapacidad moral permanente para ejercer el cargo. El Congreso procesó la propuesta con 73 votos a favor, dando paso así a la admisión "de la Moción 4904, que propone declarar de permanente incapacidad moral del presidente de la República, Pedro Castillo, y su vacancia del cargo", Asimismo, se aprobó con 59 votos a favor que la sesión para debatir y votar el pedido de vacancia del presidente se realice el 7 de diciembre, a las 3 de la tarde, hora local. Castillo tendrá la opción en este juicio sumario de ejercer personalmente su derecho de defensa o ser asistido por un letrado, en lo que representa el tercer pedido del Congreso contra el mandatario desde el inicio de su presidencia en julio de 2021, apelando a la misma causal prevista en la carta magna. La votación de anoche fue empujada por 66 parlamentarios de bancadas derechistas que perdieron la elección presidencial ante un maestro rural hace más de un año, y buscan recuperar el poder por otros medios. El pedido pasaría á una votación en la que debe tener 87 votos a favor para que Castillo sea sacado del cargo. Si el pedido tiene éxito, Castillo será reemplazado por la vicepresidenta Dina Boluarte. El grupo de alto nivel de la Organización de Estados Americanos pidió horas antes a Perú convocar a un diálogo e iniciar una tregua política para superar la crisis de gobernabilidad que atraviesa la nación. La misión, que visitó el país la semana pasada, presentó su informe preliminar ante el Consejo Permanente de la OEA, en el que dio varias recomendaciones y un análisis sobre la situación actual en Perú. El informe de la OEA aconseja llamar a una tregua política de 100 días para que el presidente peruano, Pedro Castillo, y su equipo político puedan llevar adelante su plan de gobierno. El Congreso peruano no hizo caso
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